Miopinión: ¿Por qué nos matamos los colombianos?
MIOPINIÓN11
Por Laureano E. Mora Domínguez.
Partamos de la premisa que: “para pelear se necesitan dos” y agreguémosle otra imparagitablemente necesaria, para que la primera realmente exista: “un motivo”, eso pienso, no sé si estoy equivocado, pero solo uno de los, o los dos, contrincantes debe estar loco para iniciar una pelea sin un motivo.
De otro lado, la “democracia” de Colombia está reconocida como la más antigua del continente y también se le reconoce como un país por excelencia de leyes.
Si hacemos un cruce de las premisas contenidas en los dos párrafos anteriores valdría la pregunta: “¿Cómo justificamos los Colombianos estar viviendo más de 50 años de violencia?, no podemos hablar de guerra porque no estamos peleando contra ningún país aledaño o vecino, lo que aquí ha estado ocurriendo durante todos estos años ha sido un magnicidio, los colombianos hemos estado matándonos.
A mi juicio los motivos han sido dos a saber:
1. las ansias de poseer más que de poder
2. la falta de justicia.
Los genocidios han generado odios ancestrales en ambos bandos al igual que lo ha hecho la administración de una “justicia” acomodada a los insondables intereses de los encargados de administrarla.
Las leyes han sido emitidas, transcritas al papel y ahí se han quedado porque no existe quien la administre adecuadamente, lo que significa que la democracia corre igual rol.
La polarización ocasionada por uno, dos o más casos vividos por cualquiera de las partes se ha convertido en un matorral que hoy, con la oportunidad que tenemos de construir la paz, no nos deja ver la diversidad de vida, de bondad, de belleza que tiene la selva.
Por eso acudo a la sabiduría china para intentar explicar que el reto que tenemos todos y cada uno de los colombianos sólo puede alcanzarse con el comprometimiento, acompañamiento y ejemplo de nuestros gobernantes y líderes de ambos bandos, ellos y sólo ellos son las lámparas de Diógenes que nos permitirán alcanzar la aurora de un mañana nuevo lleno de grandeza, felicidad y amor.
La sabiduría china, emite unas premisas que tratare de aplicar al mundo real, ajustándola a lo que a mi juicio debe ser un gobierno de cualquier país y dice así:
“La bondad superior es como el agua (un gobierno, sus líderes), el agua favorece a todas las cosas y no excluye a ninguna, tiene la facultad de adoptar cualquier forma sin perder sus características de agua, es capaz de mezclarse con cualquier cosa sin dejar de ser agua y permanece en los lugares que otros desprecian”.
“Lo que llamamos vida está en el agua”
Fundamentado sobre las premisas de este escrito estoy a disposición de quien esté interesado en amplificarlas.
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| Laureano E. Mora Domínguez. |
Partamos de la premisa que: “para pelear se necesitan dos” y agreguémosle otra imparagitablemente necesaria, para que la primera realmente exista: “un motivo”, eso pienso, no sé si estoy equivocado, pero solo uno de los, o los dos, contrincantes debe estar loco para iniciar una pelea sin un motivo.
De otro lado, la “democracia” de Colombia está reconocida como la más antigua del continente y también se le reconoce como un país por excelencia de leyes.
Si hacemos un cruce de las premisas contenidas en los dos párrafos anteriores valdría la pregunta: “¿Cómo justificamos los Colombianos estar viviendo más de 50 años de violencia?, no podemos hablar de guerra porque no estamos peleando contra ningún país aledaño o vecino, lo que aquí ha estado ocurriendo durante todos estos años ha sido un magnicidio, los colombianos hemos estado matándonos.
A mi juicio los motivos han sido dos a saber:
1. las ansias de poseer más que de poder
2. la falta de justicia.
Los genocidios han generado odios ancestrales en ambos bandos al igual que lo ha hecho la administración de una “justicia” acomodada a los insondables intereses de los encargados de administrarla.
Las leyes han sido emitidas, transcritas al papel y ahí se han quedado porque no existe quien la administre adecuadamente, lo que significa que la democracia corre igual rol.
La polarización ocasionada por uno, dos o más casos vividos por cualquiera de las partes se ha convertido en un matorral que hoy, con la oportunidad que tenemos de construir la paz, no nos deja ver la diversidad de vida, de bondad, de belleza que tiene la selva.
Por eso acudo a la sabiduría china para intentar explicar que el reto que tenemos todos y cada uno de los colombianos sólo puede alcanzarse con el comprometimiento, acompañamiento y ejemplo de nuestros gobernantes y líderes de ambos bandos, ellos y sólo ellos son las lámparas de Diógenes que nos permitirán alcanzar la aurora de un mañana nuevo lleno de grandeza, felicidad y amor.
La sabiduría china, emite unas premisas que tratare de aplicar al mundo real, ajustándola a lo que a mi juicio debe ser un gobierno de cualquier país y dice así:
“La bondad superior es como el agua (un gobierno, sus líderes), el agua favorece a todas las cosas y no excluye a ninguna, tiene la facultad de adoptar cualquier forma sin perder sus características de agua, es capaz de mezclarse con cualquier cosa sin dejar de ser agua y permanece en los lugares que otros desprecian”.
“Lo que llamamos vida está en el agua”
Fundamentado sobre las premisas de este escrito estoy a disposición de quien esté interesado en amplificarlas.
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