La nueva inquisición

Por Hernán Baquero Bracho.

Con el fallo en primera instancia por parte de la Corte Suprema de Justicia, que se dará a conocer el próximo 13 de noviembre condenatorio contra el gobernador de La Guajira, Wilmer David González Brito, es de lo más injusto que se viene en contra de un mandatario gallardo, honorable, temeroso de Dios y amante de la justicia. Fallo que ha generado el apoyo de todos los guajiros, incluidos hasta los que no votaron por él.

Fallo que nos pone nuevamente en la picota pública. Donde el gobierno centralista y la justicia colombiana pareciera que se hubieran puesto de acuerdo para estigmatizarnos como si los guajiros fuéramos los mayores corruptos que tiene el país.

En la visita reciente de la Vicepresidenta de Colombia Martha Lucía Ramírez a Riohacha en el pacto de transparencia por el Distrito Turístico y Cultural, expresó que La Guajira está mal parada ante el país por el tema de corrupción.

Yo pregunto cómo lo expresa la Biblia en uno de sus apartes que nos miran la lagaña que tenemos pero no miran la viga que tienen en sus ojos.

¿Será qué los mayores actos de corrupción se dan en la península?

¿Será qué los mayores tramoyos de contratación se dan en esta sección del país? Es decir con las aseveraciones del gobierno central y del mismo Fiscal General de la Nación, pareciera que en la única parte donde roban es en nuestro departamento. 

Con el fallo en cuestión, la Corte Suprema de Justicia, quiere demostrar que en la única parte de Colombia donde se cambian votos por mercados es en La Guajira.

Es decir que en las demás partes del territorio nacional, la democracia se realiza de una manera impoluta, de una manera transparente, donde las elecciones son diáfanas y no llevan inmersos ningún acto de corrupción.

Vaya usted a saber, cuando el pueblo colombiano conoce que las elecciones para los diferentes cargos van implícitas no solo a mercados, cemento, zinc o si no observen ustedes cómo se hace la política en departamentos como el Atlántico, Cesar, Córdoba, Valle, Cundinamarca, entre otros.

Con este fallo, lo que se viene es una nueva inquisición. ¿Pero qué es la inquisición? Del latín inquisitio, inquisición es la acción y efecto de inquirir.

Este verbo refiere a indagar, examinar o averiguar cuidadosamente algo. Por ejemplo: “El comisario procedió a la inquisición de los sospechosos para tratar de determinar quién fue el culpable del crimen”, “La inquisición duró varias horas, aunque el juez no pudo obtener datos concluyentes”. 

La noción de Inquisición (escrito con mayúscula inicial), sin embargo, suele asociarse a la persecución de la herejía que realizó la Iglesia Católica en la antigüedad.

Por Inquisición, por lo tanto, se entiende el conjunto de instituciones y prácticas que buscaban terminar con la brujería y con todo aquello que resultara opuesto a la religión católica.

¿Por qué nueva inquisición? Esto no viene desde ahora, tal como lo dejó plasmado el investigador René de la Pedraja, La Guajira y Panamá eran dos problemas para Colombia en el siglo XIX y principios del siglo XX.

Panamá con la ayuda de Estados Unidos optó por la independencia y La Guajira se sumió en la clandestinidad. Y así ha venido sucediendo por más de cien años, donde la península siempre ha sido una piedra en el zapato para Colombia, muy a pesar que con nuestras riquezas el PIB nacional ha aumentado significativamente en el crecimiento económico del país.

Pareciera que el conjunto de instituciones nacionales buscaran terminar con la brujería de la corrupción, para terminar de apoderarse de nuestro territorio.

Ya iniciaron con la educación, la salud y el agua potable. No les extrañe que nos intervengan otras áreas del resorte departamental y municipal.

Nos viene otra bonanza, como es la de energía eólica y solar. ¿Quién administrará esta nueva bonanza? Adivina adivinador.