Proyecto de energía elólica de La Guajira, ya tiene dueño

Por Hernán Baquero Bracho.

Según estudios bien fundamentados a nivel global la energía solar y la eólica podrían satisfacer el 80% de la demanda de electricidad de Estados Unidos si se realizaran mejoras en la transmisión y el almacenamiento, lo que aplicaría también para Colombia, donde La Guajira posee la mayor riqueza con sus vientos y el sol canicular que predomina en esta región de la patria. Sería la nueva bonanza que se nos avecina, pero que hay que regularla a través de leyes que se aprueben en el Congreso de La República.

El panorama 2015 de inversiones en energía según reporte de Bloomberg indica un cambio sustancial sobre la forma como se produce energía en el mundo en los próximos 25 años. La principal fuente no sería fósil que genera emisiones de carbono en la medida que los costos de producir energía eólica y solar bajarían 32% y 48 respectivamente.

De ahí que el gobierno anterior de Juan Manuel Santos dejó bien adelantado, el proceso de adjudicación de energía eólica en La Guajira, pero eso sí sin reglamentación de cómo se beneficiaría el departamento con la producción de energía eólica, con el antecedente del proyecto piloto establecido en la península, en el municipio de Uribia, el cual está operando desde hace años por su propietario las Empresas Públicas Municipales de Medellín (EPM), parque que genera 19.5MW y se interconecta con el país a través de la subestación de Cuestecitas, pero que a la fecha no le ha generado ninguna compensación o especie de regalías a La Guajira, solo migajas de contentillos a las rancherías cercanas donde opera el Parque Jepirachi.

El Grupo de Energía de Bogotá obtuvo el viernes 19 de octubre, la licitación para el primer proyecto del Sistema Interconectado Nacional energía renovable no convencional a gran escala, que es el proyecto de energía eólica de La Guajira. La Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) le adjudicó al Grupo de Energía de Bogotá el contrato de generación y transmisión de energía eólica producida en La Guajira, que tendría capacidad de 1.360 MW a partir de noviembre de 2022.

Eso está muy bien, pero nuestros parlamentarios María Cristina Soto y Alfredo Deluque Zuleta, con sus equipos de trabajo deben alertar al gobierno nacional y a través de un proyecto de ley que deben presentar en el Congreso para regular el uso de nuestros vientos y nuestra energía solar para compensar la puesta en marcha de la energía eólica que beneficiaría al país desde acá de nuestro suelo patrio.

El Ministerio de Minas y Energía explicó que “el proyecto incluye la construcción de la nueva subestación Colectora a 500 mil voltios que se conectará a las subestaciones Cuestecitas y La Loma para un total de 370 kilómetros de trazado eléctrico”.

Según el Grupo de Energía de Bogotá, dicho trazado consiste en la construcción de la Subestación Colectora 500 kV en el municipio de la Uribia en La Guajira, dos líneas de transmisión a 500 kV de aproximadamente 110 km cada una desde la Subestación Colectora hasta la Subestación Cuestecitas 500 kV y una línea de transmisión a 500 kV con una longitud aproximada de 250 kilómetros desde la Subestación Cuestecitas 500 kV hasta la subestación La Loma 500 kV, un proyecto que también desarrolla el grupo empresarial en el departamento del Cesar.

La inversión sumará cerca de US$$174,3 millones, que incluyen, en la misma construcción la Subestación Colectora 500 kV, espacios de reserva para la futura instalación de cuatro bahías de línea a 500 kV, correspondientes a una bahía contigua a cada uno de los circuitos que se construirán más adelante; dos bahías de transformación a 500 kV; dos bancos de transformación 500/220 kV de 450 MVA; una subestación a 220 kV; o dos bahías de transformación a 220 kV y cuatro bahías de línea a 220 kV.

Más adelante, la Upme tendrá que lograr acuerdos con los generadores para la construcción de otras siete bahías de transformación a 500 kV; tres bancos de transformadores monofásicos 500/110 kV, incluido el repuesto para cada uno; cuatro bancos de transformadores monofásicos 500/220 kV, incluido el repuesto para cada uno; además de tres bahías de transformación a 110 kV y cuatro a 220 kV.

Todo lo anterior indica que La Guajira será el paraíso terrenal en energía eólica a nivel nacional, pero lo preocupante de estos proyectos es que deben generar compensaciones en especial a un municipio como Uribia, donde nuestra etnia Wayúu sufre de una pobreza extrema y de un subdesarrollo alarmante traducido en hambre física, vías en las peores condiciones de tránsito en pleno siglo XXI.

Nos llega una nueva bonanza y esperamos que hayamos aprendido la lección de las otras bonanzas que no las hemos sabido aprovechar para beneficio de nuestro departamento.