Nuevo turno en Cerrejón, talón de Aquiles en el conflicto laboral

 

Riohacha, La Guajira. Conforme con la ley, a partir de este 30 de octubre se deben activar una serie de mecanismos en que las partes pueden convenir algún medio de composición, conciliación o arbitraje para poner fin al conflicto y para ello se dispone de 3 días hábiles.

 

Si este mecanismo fracasa, intervendrá una subcomisión de la Comisión de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, la cual dispone de 5 días hábiles para ejercer buenos oficios para resolver el diferendo. 

Si aún persistieran las diferencias, ambas partes solicitarán (sin tiempo determinado en la ley) al Ministerio de Trabajo que se convoque a un Tribunal de Arbitramento. Si se diera la convocatoria al arbitramento (que solo se daría si ambas partes lo solicitaran), los trabajadores tendremos la obligación de regresar al trabajo. El concepto de los expertos, incluidos varios de tendencia patronal, es que solo se regresa al trabajo luego de proferida la decisión del Tribunal de Arbitramento.

La Comisión Negociadora irá evaluando cada día las acciones que se vayan tomando. Las estrategias serán pensadas, consensuadas, discutidas y consultadas. Cuando llegue el momento, por ejemplo, comunicará su posición sobre el potencial Tribunal de Arbitramento. 

"Aunque podemos decir desde ahora, que esa no es precisamente una opción que se tenga como prioritaria. Tenemos prevenciones muy válidas sobre su accionar, la calidad de las decisiones, el desbalance que se da con la intervención del árbitro del Ministerio de Trabajo con voz y voto, que habitualmente se recuesta al árbitro del empleador, etcétera. Casi que no se conoce una sola experiencia exitosa para los trabajadores. Nuestra prioridad siempre será la negociación directa".

El nuevo turno de trabajo en Cerrejón, sigue siendo el punto que ha dificultado un acuerdo con Sintracarbón, en el marco del conflicto laboral que mantiene a la empresa en huelga hace 60 días.

Según el presidente de la organización sindical Igor Díaz, “la intención de imponer este “turno de la muerte”, no permite la construcción de un acuerdo, por eso insistimos en la negociación directa”.

Afirma que esto implica el despido de 700 obreros directos y tercerizados y el desconocimiento de condiciones vigentes en la convención colectiva de trabajo que está vigente.