“MILAGRITO” HERNANDEZ, EL CORSARIO DEL VALLENATO

 

COLUMNISTA

HERNAN BAQUERO BRACHO 

  

Si ha existido un artista en el acordeón, quien fuera el primero en escribir en letras de oro, en el pentagrama vallenato a nivel internacional ha sido el villanuevero Milagros de Jesús Hernández Rivera o “Milagrito” Hernández como es conocido en el argot popular de su pueblo. Un acordeonero de altos quilates, que Villanueva está en deuda con él por todo su recorrido musical cuando emigró hace más de treinta años a la capital del mundo Nueva York y allí hizo historia. 

  

Salió de su pueblo muy joven, el hijo de Lisandro Rafael Hernández y de Justina Rivera de Hernández (quien se desempeñó como educadora en el colegio Los Fundadores) barranquilleros que llegaron a Villanueva  por allá en los años cincuenta, con dos hijos a cuestas Jaime Rafael y Carmen Edith quien es la esposa de Rufino Baleta (hermana de la docente Maricela Baleta, quien da cuenta de estos datos biográficos del artista villanuevero), y se establecieron en el barrio San Luis y aquí nació Milagros de Jesús en el año de 1957. “Milagrito” hereda la vena musical de su padre quien fue uno de los mejores saxofonistas que tuvo la región e hizo parte de la inmortal orquesta de Reyes Torres, quien murió hace veintiún años en Barranquilla y pidió en su lecho de enfermo que lo enterraran en su Villanueva del alma, tierra que lo acogió y que él la quiso hasta el final de sus días. “Milagrito” hizo la primaria en el colegio Santo Tomas del maestro Rafael Antonio Amaya y el bachillerato en Barranquilla. En su pueblo conformó conjunto vallenato propio y también alternó con el “Chongo” Rivera donde amenizaban parrandas, cacetas y fiestas populares. Fue el mejor seguidor del “Turco” Gil en la ejecución del disonante. 

  

En nueva York su mejor amigo fue el también villanuevero, folclorista y compositor Gilberto Pinto Saurith y en la capital del mundo se constituyó en el gran anfitrión en los primeros años del Binomio de Oro en cabeza de Rafael Orozco e Israel Romero. Es tanto la grandeza de “Milagrito” Hernández que en 1985 grabó con el inmortal Daniel Santos, bajo la dirección de Javier Vásquez y con músicos de talla mundial y allí cantó el famoso “marimbero” con la “charanga vallenata”: el marimbero, el rio Badillo, Mercedes, la creciente, las tapas, plegaria vallenata, el cóndor legendario y la muerte de Abel Antonio; grabación que ha quedado para la posteridad. 

  

En 1985 salió al mercado en Nueva York, el trabajo discográfico  de Jesús Hernández (que es como ha venido grabando en el país del norte) y sus vallenatos de oro, como el “corsario del vallenato”, bajo la producción ejecutiva de Cesar Hernández y Gilberto Pinto Saurith que se constituyó en un éxito en Estados Unidos. Allí quedaron en el acetato: playas marinas, insinuación, para mi madre,  ambas canciones de su autoría; después de viejo, el higuerón, la muchachita, el tropezón, campanitas. En el texto de esa producción musical, Nelson Romero escribió: “Jesús Hernández, el alma hecha canción, y porque no decirlo un ángel guardián del vallenato  en los Estados Unidos de Norte América, nacido como dijéramos en Villanueva Guajira, donde un noventa por ciento de sus hijos,  tienen el privilegio de tocar acordeón o cualquier otro instrumento, así mismo de componer y cantar, es tierra prodigiosa y con razón es considerada la novia del cielo costeño. 

  

En América Central, México, los Estados Unidos, Perú, Argentina, este disco seguramente será su pasaporte hacia muchos otros países que visitará llevando un saludo de nuestros amigos de Colombia”. Por ello “Milagrito” Hernández es considerado el pionero del vallenato en orquesta en Estados Unidos. 

  

Luego con el cubano Roberto Torres y su charanga vallenata se unen desde el año de 1992 al año 1996, con la disquera Sar y dejan grabados para el recuerdo  canciones como: Yolanda, amor sensible, Matilde lina, caballo viejo, dos rosas, cañaguatera, señora, la casa en el aire, que será de mi, el carretero, mi pueblo, linda Guajira, Berta caldera, la parranda es pa’ amanecer, el testamento, rio crecido, entre otros. Estando de gira con Roberto Torres por Ecuador, Venezuela, Centro América y en Panamá “Milagrito” parrandeo en la residencia de Roberto “mano de piedra” Durán, ex campeón mundial del boxeo, allí en esa parranda “mano de piedra” tocó los timbales. 

  

Actualmente reside en Miami y allí continua generando música de la buena para gloria del folclor vallenato y como orgullo de su tierra villanuevera. Su último trabajo discográfico se denomina Jesús Hernández y su típica vallenata donde se destacan temas de su autoría como mi Gente, Miami, renacer nuestro amor, nuestra cumbia y vallenato. Hace una dedicación a su familia y a sus amigos por el apoyo que en todo momento le supieron dar, para el desarrollo musical y artístico de esta su última obra. He ahí pues a Milagros de Jesús Hernández, nuestro corsario del vallenato que ha hecho  historia y ha colocado el pentagrama musical de Villanueva en lo más alto del orbe mundial.