HEGEMONÍA ESTAUDINENSE

 La idea de ellos es: “pongámonos de acuerdo y hagamos lo que yo digo”.

Por Laureano  Enrique Mora Domínguez

Los inmigrantes ingleses que llegaron a apoderarse de las tierras del continente americano eran todos psicópatas con sed de oro, esa mentalidad estaba tan arraigada que muto hacia la conciencia genética y hoy el universo cuenta con un país cuya generación tiene un único objetivo es acabar con todas las generaciones de la tierra que no hayan nacido en las tierras robadas a sangre y fuego e incluso con generaciones nacidas en esas, sus tierras hoy, que no acrediten que arrastran al menos 3 generaciones de progenitores anteriores nacidos en ellas.

Esa mentalidad se desbordo cuando a través de su participación en la segunda guerra mundial se dieron cuenta que existían naciones cuya manera de pensar era diferente al “toma todo” que ellos vivían y practicaban, el “comunismo” era una absurda y peligrosa manera de pensar, no cristiana, que si era promulgada y conocida acabaría con la hegemonía que ellos practicaban.

El debate y la confrontación de ideas no es su estilo, la idea de ellos es: “pongámonos de acuerdo y hagamos lo que yo digo”.

El presidente más democrático que tuvieron: John F. Kennedy, democracia que al parecer le costó la vida, inicio una campaña en la que invirtió millones de dólares llamada “alianza para el progreso”, cuyo objetivo único era criminalizar, vilipendiar y calumniar, no solo la filosofía política que conformaba el llamado comunismo sino a todos los lideres, libres pensadores que cuestionaran su política de estado, tildándolos en la gran mayoría de los casos, sin serlo, de comunistas, una campaña tan profunda y tan dañina que generaciones de hoy en día odian al comunismo sin siquiera conocer sus fundamentos y principios.

Está claro que cualquiera filosofía política, democrática o no, solo busca el bienestar de sus congéneres, por lo tanto, nunca podremos afirmar de forma categórica que es mala, los que si pueden generar maldad son los lideres que elegimos y por omisión los encargados de vigilar el legal funcionamiento del estamento elegido o usurpado.

Espero que los genes filosóficos y políticos de los estadunidenses sufran una nueva mutación y se encarguen de frenar a los “locos”, por no decir la verdad, que hoy lideran a su nación.

Escribió: Laureano Enrique Mora Domínguez
Ingeniero Mecánico