Prospectiva 2025–2050 de Riohacha y La Guajira: Agua, Energía, Cultura y Desarrollo
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Por: Wilson Rafael León Blanchar
Introducción
Riohacha, capital de La Guajira, enfrenta en 2025 desafíos estructurales que condicionan su futuro: crisis hídrica, desnutrición infantil, erosión costera, dependencia de recursos extractivos, baja diversificación económica y rezago educativo. No obstante, el territorio dispone de ventajas estratégicas en energías renovables, gas natural, sal, turismo cultural y agroecología. Este ensayo plantea una prospectiva al 2050 considerando variables críticas y escenarios posibles, con el objetivo de identificar rutas de desarrollo sostenible e inclusivo para la región.
1. Agua y seguridad hídrica
La escasez de agua potable ha sido uno de los mayores factores de vulnerabilidad social y sanitaria en La Guajira, en especial para la población Wayúu, donde miles de niños y niñas sufren desnutrición por falta de agua y alimentos [1]. La represa El Cercado, sobre el río Ranchería, fue concebida como solución estructural, pero sus beneficios han sido limitados por problemas de gestión y distribución [5].
De cara a 2050, los escenarios incluyen:
Optimista: modernización de El Cercado, construcción de microrepresas, plantas desalinizadoras y sistemas comunitarios gestionados con enfoque étnico.
Inercial: persistencia de la crisis hídrica, con el río Ranchería cada vez más presionado por la desertificación.
Crítico: agudización de la emergencia humanitaria por sequías prolongadas y fallas en la gestión del agua.
2. Energía: carbón, gas y transición renovable
El carbón, motor histórico de La Guajira, enfrenta un declive progresivo por la transición energética global [9]. En contraste, el gas natural se perfila como un recurso clave: los campos de Chuchupa y Ballenas en La Guajira han sido vitales para la seguridad energética de Colombia [14], y los nuevos hallazgos costa afuera, como Uchuva-2, muestran potencial, aunque también generan conflictos con comunidades pesqueras [7]. Colombia atraviesa una crisis por falta de nuevas reservas, con precios del gas en alza [8], lo que convierte a La Guajira en epicentro estratégico de exploración y producción [6].
Simultáneamente, el departamento alberga el mayor potencial de energía eólica y solar del país [15]. De aquí a 2050, puede consolidarse como líder energético nacional, si logra equilibrar gas, renovables y justicia social en la transición [9].
3. Extracción de la sal
La explotación de las salinas de Manaure representa un patrimonio económico y cultural. Aunque históricamente vinculadas a la economía Wayúu [12], han enfrentado crisis administrativas y tecnológicas. En 2023, el gobierno anunció inversiones por más de 61.000 millones de pesos para su recuperación [11].
En el horizonte 2050, las salinas pueden transformarse en un complejo industrial sostenible, generando empleo, exportaciones y encadenamientos productivos, o continuar relegadas como actividad artesanal sin impacto en el desarrollo regional.
4. Educación universitaria y formación de capital humano
El fortalecimiento académico de la Universidad de La Guajira (Uniguajira) es central en esta prospectiva. La institución se encuentra en proceso de transformación y expansión [10], con el potencial de convertirse en centro universitario del Caribe, especializado en energías renovables, ciencias del mar, turismo cultural, agroecología y gestión intercultural.
Hacia 2050, una educación universitaria sólida podría reducir la fuga de talentos, dinamizar la innovación regional y garantizar que los beneficios de la transición energética y productiva permanezcan en el territorio.
5. Infraestructura, logística y conectividad
El desarrollo de Puerto Brisa, la modernización del puerto de Riohacha y el fortalecimiento del aeropuerto internacional son claves para diversificar la economía. Estos nodos permitirían articular exportaciones de gas, sal, energías renovables y productos agroindustriales, además de potenciar el turismo cultural y ecológico.
La conectividad digital también será determinante, dado que la digitalización abre oportunidades para el comercio, la educación y el acceso a servicios en territorios dispersos.
6. Economía diversificada: turismo, agricultura y comercio
El turismo cultural y ecológico —basado en la cosmovisión Wayúu, el Cabo de la Vela, Punta Gallinas y la Sierra Nevada de Santa Marta— se proyecta como sector de alto crecimiento. De igual modo, la agricultura climáticamente inteligente, con riego tecnificado y adaptación a la sequía, puede garantizar seguridad alimentaria y generación de ingresos.
En 2050, la visión más favorable ubica a La Guajira como hub de turismo intercultural y productor agroecológico sostenible en el Caribe.
7. Cultura, sociedad y gobernanza
El pueblo Wayúu y las comunidades afrodescendientes han resistido históricamente procesos de exclusión. El futuro dependerá de la capacidad de garantizar derechos básicos, reconocimiento cultural y participación en la gestión de recursos [2][3].
Asimismo, la gobernanza de regalías y la planeación a largo plazo serán determinantes para evitar la repetición de ciclos de dependencia y corrupción.
8. Escenarios prospectivos 2025–2050
Escenario optimista: La Guajira logra articular agua, gas, energías renovables, sal y educación universitaria con una gobernanza inclusiva. Riohacha se posiciona como capital universitaria, energética y turística del Caribe colombiano.
Escenario intermedio: Se desarrollan parcialmente energías renovables y gas, pero persisten brechas hídricas, pobreza y debilidad institucional.
Escenario crítico: Fallas en la gestión del agua, conflictos sociales por gas y renovables, abandono de las salinas y rezago educativo conducen a crisis humanitaria prolongada.
Conclusiones
La prospectiva de Riohacha y La Guajira hacia 2050 revela que el agua, la energía, la educación y la gobernanza son variables interdependientes. El potencial energético (gas y renovables), junto con recursos históricos como la sal y el turismo cultural, solo podrán convertirse en motores de desarrollo si se garantiza el acceso equitativo al agua y se fortalece la educación universitaria. La represa El Cercado, los proyectos de gas y la transición hacia renovables son oportunidades únicas, pero su éxito dependerá de la capacidad institucional y del protagonismo de las comunidades.
Referencias
[1] Save the Children. (2024, marzo 21). “Nos agotamos buscando agua” – Niños y niñas indígenas Wayúu luchan contra el hambre, las enfermedades y la escasez de agua.
[2] AP News. (2025). Indigenous migrants in northern Colombia battle worsening droughts and floods.
[3] El País. (2025, junio 21). Las mujeres Wayúu que desafían al desierto: “¡Nuestra tierra ahora está viva!”.
[4] The Guardian. (2024, octubre 15). ‘The sea came in and took it all away’: the Colombian beach resort facing a ‘public calamity’.
[5] Wikipedia. (2024). Ranchería River.
[6] Reuters. (2024, septiembre 19). Colombia needs a natgas strategy soon to avoid blackouts…
[7] El País. (2024, septiembre 18). Una comunidad de pescadores frena la exploración del pozo Uchuva-2…
[8] El País. (2025, febrero 25). Colombia sufre por el alza al precio del gas…
[9] El País. (2025, enero 20). Los sindicatos de petróleo, gas y carbón que empujan una transición justa en Colombia.
[10] Uniguajira. (2025, mayo 16). Uniguajira avanza: 2025, un año de transformación institucional y expansión académica.
[11] Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. (2023, agosto 4). Gobierno nacional destinará $61.000 millones para recuperar las Salinas Marítimas de Manaure.
[12] Banco de la República. (2003). Salinas de Manaure: Tradición Wayúu y modernización.
[13] Wikipedia. (2025). La Guajira — Sectores económicos, minería de sal y gas natural.
[14] Wikipedia. (2025). Gas natural en Colombia — Historia y reservas, campos Chuchupa y Ballenas en La Guajira.
[15] Wikipedia. (2025). Energías renovables en Colombia — Potencial eólico en La Guajira.
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