Zanganeé, el Soldadito de Plomo, y la Fiebre Amarilla en Riohacha

LAS REFLEXIONES DEL DOCTOR LENGUA
Los iconos, símbolos o patrimonios históricos culturales de una ciudad son como el apellido de una persona.
Por ejemplo  se puede homologar a: Pablo (nombre) Bermúdez (apellido) con Bucaramanga (nombre) la ciudad de los parques (apellido).
Los pueblos toman como denominación sus símbolos más representativos como Cartagena de indias o la ciudad amurallada.
Riohacha tradicionalmente también tiene sus íconos como el muelle, la plaza  Padilla, la Catedral y hasta personajes como “Diego trabaja, Zanganeé” y otros.
Sin embargo hasta la fecha Riohacha ha sido simplemente RIOHACHA.
Nuestro  dilecto amigo Rubén Magdaniel Pavón
durante su gestión como Director de la Oficina Departamental de Cultura en La Guajira, quiso dotar a la capital de La Guajira de varios monumentos culturales los cuales, el tiempo dirá si se convierten en íconos de la ciudad.
Pero como el pueblo ya tiene su Muelle turístico, su plaza Padilla, su Catedral, su avenida primera, La capilla, su barrio Arriba y tantos emblemas que representan cultural e históricamente a Riohacha, las esculturas  que ideó Rubén Magdaniel Pavón  se han convertido por el momento en epicentro de críticas y burlas…
Uno de los  ataques más contundentes a esos monumentos rubencianos es que todos fueron elaborados en hierro. Magdaniel Pavón desde hace años es propietario de un taller de herrería ¿?
Ajá, ¿ y qué? me dirá usted, pero la malicia indígena y la imaginación develan caminos de corrupción como que el funcionario hizo su propio negocio.
Otra diatriba es que los monumentos en hierro por lógica en esta zona costera se los comerá el oxido, y en el mejor de los casos le generarán al erario público el gasto de mantenimiento y si no hay platica como dice “míster” Uribe, se convertirán en chatarra pública.
Otra de las críticas al ex Director de Cultura Departamental está orientada en el sentido de que esas obras fueron en parte bastión fundamental para sus aspiraciones a la Alcaldía de Riohacha, porque según sus detractores de esos contratos quedó una parte de los recursos a invertir en la campaña.
Algunos miembros de la comunidad cultural de La Guajira han defendido y opinado a favor de las esculturas al Palabrero, (a quién la gente le llama Zanganeé) al indígena que toca la yonna con su tambor, (el soldadito de plomo para otros) los cactus rojos y  a la tejedodora.
El picante humor riohachero está haciendo celebre las expresiones "Zanganeé y el indígena  tienen fiebre amarilla o hepatitis", por aquello del color amarillo de dichos monumentos.
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