Covid-19 y la doble moral

Covid-19 y la doble moral
DIRECTOR.

Por Luis Mora Domínguez.
"La Organización Mundial de la salud, OMS, el 11 de marzo de 2020, profundamente preocupada por los alarmantes niveles de propagación de la enfermedad, por su gravedad, y por los niveles también alarmantes de inacción, determinó en su evaluación que la COVID-19 puede caracterizarse como una pandemia".

Pero el cuento chino, de La Covid-19, que - no es un cuento chino-, data de finales del  año 2019,  y se oficializa el 31 de diciembre de 2019, cuando la Comisión Municipal de Salud de Wuhan (provincia de Hubei, China) notifica un conglomerado de casos de neumonía en la ciudad. Posteriormente se determina que están causados por un nuevo coronavirus.

Pero bien amigo lector, usted se preguntará: ¿Qué tiene que ver la historía de la aparición del mortal virus, con la doble moral?

Le cuento: Si usted se fija detenidamente en las fechas, no se entiende que en Colombia, se hayan comenzado a tomar medidas a finales de marzo, o sea tres meses después de conocerse la existencia del virus en el mundo, y 15 días después de la declaratoria de pandemia de la OMS.

Durante el mayor tiempo del tercer mes de este año 2020, en Colombia todos seguiamos con un comportamiento normal y el gobierno nunca advirtió, ni tomó medidas para evitar que la Covid-19 llegara al país.

Aeropuertos, comercio, bares, mercados etc. etc. siguieron funcionando normalmente hasta que se expidió el primer decreto de aislamiento obligatorio preventivo que entró en vigencia el 26 de marzo.

Consecuencia de los cielos y fronteras abiertas que mantenía el país, el 6 de ese mismo mes el ministerio emitió la siguiente noticia:

Bogotá, 6 de marzo de 2020. El Ministerio de Salud y Protección Social confirma el primer caso de COVID-19 en el territorio nacional luego de los análisis practicados a una paciente de 19 años.
La ciudadana, procedente de Milán, Italia, presentó síntomas y acudió a los servicios de salud donde se le tomaron las muestras para el análisis respectivo. Ante esto, el Instituto Nacional de Salud confirmó resultados positivos a las pruebas. 
Luego de oficializarse que la Covid-19 había llegado al país, pasaron 20 días para el gobierno emitiera su primer decreto de prevención.
Sólo hasta el 21 de marzo el gobierno colombiano anunció que cerraría sus cielos: "Gobierno suspende vuelos comerciales en toda Colombia por riesgo de coronavirus".
"La ministra de Transporte, Ángela María Orozco, manifestó que también quedan suspendidos los servicios de transporte de pasajeros intermunicipal. Habrá algunas excepciones que serán señaladas mediante decreto".
Ahora bien, entremos en materia, como hemos podido observar, hubo mucha demora para empezar a tomar medidas y proteger a la ciudadanía, del inminente brote contagioso que ya existía desde diciembre 2019 y los primeros meses del 2020 en el mundo. 
¿Pero por qué esa demora del gobierno colombiano, que ahora predica a voz en cuello por los medios de comunicación que lo primero es la salud y la vida de los colombianos?
¿Por qué el gobierno colombiano, reabre ahora casi todos los sectores productivos, mientras la curva de la Covid-19 crece en todo el territorio nacional?
Ya hay anuncios de 'protocolos' incluso para reabrir los cielos del país y que comiencen a volar los aviones en julio así como el transporte intermunicipal. ¿Eso no es facilitarle al Covid-19 su movilización?.
¿Por qué insistir en el cacareado Día sin IVA?
Desde el comienzo de estas líneas, el amigo lector puede observar que hay una contradicción entre el discurso de salvaguardar la salud y la vida de los ciudadanos y los intereses económicos que protege este gobierno. Eso se llama doble moral.
Lo anterior sin analizar profundamente la oleada de miles de millones que salen de las arcas del gobierno amparados por las declaratorias de energía sanitarias decretadas por Ivan Duque.
La marejada de miles de millones que llegan de otros países, organismos e instituciones nacionales e internaciones.
Mientras la Covid-19 crece en Colombia, en las ciudades con mejor cobertura en salud, las camas para atender los enfermos escasea y en el resto de ciudades, hay muchas que no tienen ni una cama para UCI.
Por otro lado hay que decir que las redes sociales han sido determinantes para conocer someramente que los recursos destinados en muchas regiones para el manejo de la pandemia, han servido para el enriquecimiento de algunos y no para brindar ayudas a un pueblo que vive de día a día, y al cual se le ordenó encerrarse.

En general son muy pocos los hogares beneficiados con ayudas, mientras que el común de las personas que son cabeza de hogar debieron salir a riesgo de contagiarse, para conseguir en pan para sus familias.

El gobierno también sabe de la indisciplina de los colombianos y está promoviendo no sólo que se salga a trabajar, sino a nutrir los bolsillos de los grandes centros comerciales. 

Entre más crezca el número de contagios, más justificación tiene el gobierno para seguir declarando la emergencia  sanitaria, con la cual abre las puertas, para la utilización de recursos multimillonarios, que a la postre en su totalidad, no se sabe a donde van a parar.
La ambición, la corrupción, el proteccionismo a los grandes sectores financieros, durante esta pandemia, tal ves no soportan la lupa de una investigación seria y honesta.
¿Hay o no hay una doble moral en el manejo del Covid-19 en Colombia?

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