“MITO” DANGOND POR SIEMPRE

 

COLUMNISTA.

HERNAN BAQUERO BRACHO 

 

La muerte del médico, ex alcalde de Villanueva y dirigente conservador Luis Erasmo Dangond Cuadrado, la llora su pueblo por todo lo que representó para su patria chica en su trasegar por la vida terrenal. Cuanto dolor ha generado su fallecimiento por culpa de este virus mortal que ha cobrado millones de vidas en el planeta, virus que se ha enquistado en nuestro pueblo y ha ocasionado cientos de llantos lastimeros en tantas familias que hoy claman clemencia a Dios para que haga un pare y se aleje por siempre de nuestro municipio. 

Luis Erasmo Dangond Cuadrado o “Mito” como era conocido cariñosamente, le pasó a lo que Machado, quien soñó caminos y los hizo realidad. Cuanto dolor me produce la partida de mi amigo de infancia y de colegio. Nos criamos en el mismo barrio las delicias, como vecinos disfrutamos de esa infancia sana y llena de valores. En nuestra calle jugábamos al futbol y nos sentíamos dichosos cuando él metía un gol. Con su padre Luis Erasmo que sacrificaba cerdos en su residencia, nos levantábamos a las cuatro de la mañana a ayudarlo y yo recibía mi recompensa en especie. Con su mamá María Cuadrado quien vendía verduras también en su casa, la ayudábamos en estos quehaceres. Fue una infancia llena de tantos recuerdos buenos y maravillosos. 

Luego que entramos a estudiar bachillerato en el mítico colegio Nacional Roque de Alba, afianzamos más esa amistad de infancia. Allí con un grupo maravilloso, entre los cuales se contaban Alcibíades Pinto Núñez, Milciades Soto Gómez (padre del actual alcalde de Barrancas), entre otros cariñosamente nos hacíamos llamar entre el uno y el otro “PELUCHIN”. Nombre que patentizamos en nuestra amistad por siempre. Luego se fue a estudiar medicina a Venezuela con su amor eterno, su esposa Ruby Quintero Corrales. De allá vino realizado como un flamante médico, que fue uno de sus grandes sueños para ponerse al servicio de la humanidad. 

Más tarde es nombrado director de Cajanal de La Guajira, con sede en Riohacha, donde demostró eficiencia administrativa y el calor humano que lo caracterizó siempre, donde hizo grandes amistades, entre las cuales podemos destacar la del dirigente conservador Rafael Navas Curiel, Guillermo Curiel Sierra y la de Ramiro Ardila Hernández.  

Luego se traslada a su pueblo natal Villanueva y se pone al servicio de un pueblo sin mirar condición económica, atendía diariamente en su consultorio adscrito a su residencia. Fue mi médico de cabecera, no tengo como pagarle todas sus atenciones. Allí con ese amor, con ese apostolado de médico, que dicho sea de paso fue uno de los mejores médicos clínicos que ha contado a Villanueva, atendía a cientos de personas sin cobrar un peso por la consulta y cuando podía regalaba las medicinas de acuerdo a la escasez económica de su paciente. Convirtiéndose en el “Médico del pueblo”. Vino a la tierra a servir y de qué manera: con amor al prójimo y de manera desinteresada. 

Con todo este cariño que le brindaba al pueblo de Villanueva, amigos y dirigentes del partido conservador le propusieron que aspirara a la alcaldía de Villanueva y lo hizo y ganó de manera arrolladora. Fue una alcaldía de puertas abiertas, donde como alcalde lo hizo de manera sobresaliente con esa sencillez y esa humildad que siempre lo caracterizó. Fue un buen alcalde, que dejó obras en su municipio. Finalmente es nombrado como catedrático en la Universidad de La Guajira con sede en Villanueva en la materia de medicina preventiva de la carrera de salud ocupacional. Destacándose siempre por su sapiencia y sabiduría. 

Su muerte acaecida el sábado ocho de mayo, dejó consternado a todo un pueblo y pareciera que la naturaleza hubiera sentido su muerte porque cayó semejante aguacero que como lagrimas estaba despidiendo al “Médico del pueblo”. Sus exequias el domingo nueve de mayo, a pesar de todas las medidas de bioseguridad no importaron, porque cientos de personas desafiaron al COVID y acompañaron a su médico amado a darle el último adiós. 

Cuanto dolor hay en su esposa Ruby, en sus hijos Sara María, Luis Y José Jorge, en sus hermanos “Beto”, Lucas, Manuel, Fabián (Quien tiene doble dolor por la muerte de su esposa), Inés, José y Geofren Dangond Cuadrado y sus cientos de sobrinos. El dolor y la tristeza se siente en todo el pueblo y nos duele profundamente su partida y quedará esculpida en la memoria de los villanueveros: ¡“MITO” DANGOND POR SIEMPRE!