Créditos y resultados

 



Por Martín Barros Choles


Los créditos son operaciones financieras, en transferencias y entrega, de dinero, a título de préstamos y bienes, muebles e inmuebles, con el debido valor comercial, sujetos, intereses pactados, que se causen, durante el termino estipulados, independiente del capital, para sanear la obligación, sin incluir intereses adicionales moratorios, que se originan por incumplimiento de pagos, en fechas determinadas, de manera proporcional. Los créditos se promueven y reciben, para diferentes destinaciones y condiciones, previstas y proyectadas, mediante acuerdos, en procura de soluciones.


Existen muchas ofertas y modalidades de créditos, de entidades financieras, bancos, corporaciones, operadoras de servicios domiciliarios, establecimiento de comercio y otros; clandestinos, como el “paga diario” o “gota gota” y agiotismo.  Los créditos se desembolsan, con garantías:  hipotecarias, bancarias, prendarias, solidaria, inmobiliarias, derechos concebidos y fiadores o codeudores; entre otros.


Los créditos tienen ventajas para resolver asuntos, iniciar labores remunerativas, adquirir bienes, profesionalizarse de manera académicas, para compras y emprender; acciones y operaciones, variadas, comercial, corporativas, servicios y personales. Pero también tiene desventajas, que afectan agudamente, a los deudores, expuestos, agonías, acosos y sosiegos; que ha llevado algunos al suicidio, cuando se estanca, limitan y ven en peligro, su patrimonio, como consecuencia de un crédito incumplido, por diferentes situaciones negativas, que nunca faltan y atormenta.


Los créditos requieren disciplinas en manejos, planificando cálculos específicos, para la cual fue adquiridos, amparándolo con solvencia, de disponibilidad económica reservadas, cuando se trate de créditos de: inversión, producción, servicios y comercialización.


Los créditos no son peritas en dulce. La aprobación y desembolso, se recibe, con halagos y alegría, pero después, se trasforma en martirios, intranquilizante, que nos espanta hasta dormidos. La falta orientaciones crediticias y la ignorancia, sobre cláusulas contractuales, puede atormentar al deudor, que requiere de apoyo, para prevenir fracasos. Desde que se aprueba y suscribe, contrato de crédito, comienzan a generarse intereses, de rentabilidad al acreedor, exprimiendo a los deudores, en plazos y términos, definidos.


Las ofertas de créditos, rondan publicitariamente, en medios de comunicaciones y redes sociales, pero no faltan, estafas y maniobras engañosas, utilizadas para robar y extorsionar, a sus víctimas, que no se percataron, de trampas insertas en contratos financieros, no sujeto a ser modificable.


En vista que entidades bancarias, exigen cantidades de requisitos, personas con algunas necesidades y urgencias, de soluciones, acuden a prestamos informales personales, pagaderos en cuotas diarias, semanales y mensuales; con intereses que pueden oscilar del 5% al 20% mensual, aun cuando, se tiene establecida por ley, una usura, del 6% anual, que resulta letra muerta, por inexistencia de autoridades competente, que ejerzan controles, no obstante la existencias, de múltiples denuncias y problemas, que se han generado, con usuarios deudores.


Cuidado y prevención, de créditos, con aplicaciones en líneas, extra rápidos, que contradicen, lo que ofrecen, acosando a sus víctimas, con llamadas y mensajes, durante 24 horas de un día, amedrantando, amenazando y desacreditando, ante los contactos en redes sociales, exigiendo, pago de capital e intereses, desproporcionados, en fechas anticipadas a la convenida de manera verbal, para cumplir con la obligación. En forma similar, actúan “los paga diarios”, que han ejecutados asesinatos, por incumplimientos de pagos.


Los créditos dejan huellas inolvidables, de sabores, agridulces unos, otros, amargos y tóxicos, pero como en los juegos de azar, muchas personas se han habituado a créditos, hasta innecesario, todo por vivir endeudadas, teniendo como evitarlo. El crédito no es un regalo y conlleva, algunas veces, a circunstancias desagradables y letales, cuando se incumplen. Por eso no se debe jugar con la candela, con esas operaciones peligrosas. Ni someterse a restar ingresos, por causas de intereses en créditos.


Es necesario y pertinente, que el gobierno, implementen apoyos y facilidades de créditos, que sustituyan y erradiquen, paga diarios y similares, mediante plataforma y asesoría, técnica profesional, para darle buen uso a los recursos de créditos, protegiendo al deudor. De esta manera, se abren espacios, para la vinculación de personal, que presten los servicios mancomunados, relacionadas, en atención, orientación, asesorías y control, a: comunidades, actividades informales, emprendimientos, servicios y otras. De igual forma, deben facilitarse créditos, con tasas de interés, que no superen un máximo, del 10% anual.



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