Cristalizar propuestas y proyecciones, del nuevo gobierno

 



Por Martín Nicolás Barros Choles



El pesimismo es negativo, pasma y degenera, por incidencias de: ignorancia, envidias y factores, obstructivos y desmotivante, que causan muchos daños a la sociedad, por quienes no hacen, ni dejan hacer, con comportamientos atroz, temerarios y destructivos. Esta clase de individuos son indignos y no merecen, sino excluirlo, aparatarlo y tenerlo a distancia, por perjurios, disociador, desinformador, manipulador, inservibles y perversos. 



Tengamos fe positiva y dejemos atrás, el pasado que atormente y estanque. Lo mismo que resentimientos e insultos, que dejan las secuelas de la derrota. Comienza nueva oportunidad participativa en la que debemos, comprometernos y apoyar, contribuyendo con servicios por el bienestar general colectivos. 



El presidente Gustavo Petro Urrego, lanzó en el discurso de posesión, una convocatoria de unidad nacional popular, que debemos apreciar y valorar, independiente mente de los partidos políticos que militen, colocándose en disponibilidad de servicio, con el nuevo gobierno, antes que achantarse, a lamentar y criticar, pero nada de aportar. Los tóxicos contaminan y arruinan. 



La ocasión de cambio que ofrece el gobierno de Gustavo Petro, no es exclusiva, ni discriminatoria. El que no juega, es porque no quiere, pero que sea de manera productiva. La mayor fortaleza y estabilidad, de una nación, radica en su gente y la educación, complementadas con explotaciones, de riquezas: naturales, agrícolas, mineras e industriales, en la división geográfica, de territorios, departamentales y locales 



Una nación con tasa de desempleo por debajo de 5% es calificada de prospera. En Colombia la tasa de desempleo sobre pasa el 12% y una informalidad superior al 45%, traduciendo en alto índice de pobrezas y miserias, causando muertes por violencias y desnutrición, infantil y adultos mayores. El presidente en su alocución manifestó: “La riqueza está en el trabajo y el trabajo es cada vez más de la inteligencia” 

El presidente quiere consolidar la paz, abriendo espacios de diálogos a organizaciones, guerrilleras, paramilitares, carteles, bandas delincuenciales y hasta exmilitares, policías y demás miembros armados del estado, investigados, procesados y condenados; por participaciones en conciertos de bandas, pero no musicales, sino criminales.  



Modificará el manejo de las drogas, considerando un fracaso, la guerra contra las misma, descartando el uso de glifosato. Propondrá, legalización del cannabis recreativa en Colombia y cocaína internacionalmente, en diálogo y acuerdo, con los países consumidores: EEUU y Europa. No podemos seguir soportando disputas internas, financiadas por el narcotráfico y poniendo los muertos, cuyos consumidores a la vez, estimulan y financian: cultivos, producción y tráfico; para la comercialización.


 

La Lucha contra la corrupción, debe ser firme y demostrar, que empiezan a cultivarse cambios, de manera gradual, porque de tajo, no la veo fácil. Debe iniciar la moralización administrativa.  

El presidente quiere que soldados y policías, presenten servicios sociales y se eduquen, para mejorar condiciones personales de utilidad, antes que estar en enfrentamientos y confrontaciones armadas. Como está ocurriendo.


 

Propone pagos de la deuda externas, con bonos verde, amparado en selvas amazónicas, colocándola al cuidado de comunidades indígenas, con remuneraciones, de pagos salariales, acompañadas de personal: especial, profesional, técnicos auxiliares, policivos y de salud; previniendo y controlando la deforestación.  



Acondicionará caminos veredales y vías terciarias, facilitado a campesinos el transporte de alimento y restablecer el Idema, para efecto de comercialización de productos agrícolas primarios eliminando, el vaivén de la especulación, que solo beneficia a intermediarios y perjudica al campesino. 



Múltiples reformas se radicarán en el Congreso: tributaria, laboral, pensiones, agraria, electoral, justicia, política, educación, penal, transición energética, policía, EPS, administrativa etc. Las reformas deben incorporarse en el Plan de Desarrollo y sustentarse, con recursos de financiación. De lo contrario, si no aprueban, ni materializan, la aplicación y ejecución de las reformas, terminan en buenas intenciones, pero letra muerta, que de nada sirve. 


 

Si en el gobierno de Gustavo Petro cristalizan el cumulo de reformas, para el cambio que se propone, disminuiría a un digito el índice del desempleo y de hecho la violencia. Controlaría la inflación, que conjuntamente con devaluación del peso, frente al dólar, tiene en aprieto la canasta familiar.  

No veo difícil vincular en el territorio nacional, en el término de dos años de gobierno, a un millón de personas desempleadas o subempleadas, en: campos agrícolas, construcciones, industrias, transportes, turismo, comercios, artesanías, servicios y otros; públicos, privados y cooperativas. 



El déficit fiscal, deuda externa, inflación y el juego; de intereses particulares, dificultan garantías para emprender reformas necesarias y comenzar, a saturar la brecha relativa a la deuda social, heredada y recibidas de antecesores 



Las aprobaciones de leyes, relacionadas con reformas, no serán gratuitas. Hay que endulzar, aceitar, compensar y comprar, votos de senadores y representantes, que conforman mayorías. Ellos no votan por convicción, ni conciencia, sino por beneficios personales, ligados a la corrupción, costumbre viciosa de antaño, que predomina el legislativo .

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