Las reculadas de Gustavo Petro
Gustavo Petro Urrego, presidente de Colombia |
Por Luis Mora Domínguez.
A
un poco más de dos meses de la posesión del nuevo presidente de Colombia, Gustavo
Petro Urrego, se han comenzado a evidenciar las presiones que está recibiendo
de parte de la clase política tradicional colombiana y de los grandes emporios económicos.
Las
coacciones no sólo se dan al nivel de las refutaciones a sus propósitos o decisiones
gubernamentales por parte de sus opositores, especialmente a través de las
sistemáticas y reiteradas, contradicciones y acusaciones que hacen por los
principales medios de comunicación del país, y por las redes sociales.
La
subida de los precios de la canasta familiar, la subida del precio del dólar,
la ola de violencia que azota al país, los altos índices de delincuencia, etc.
Todo es culpa del incipiente gobierno, “es culpa de Petro y se lo advertimos”,
reiteran las cabezas visibles de la oposición: Paloma Susana Valencia
Laserna, Fico Gutiérrez, Miguel Abraham Polo Polo, etc, etc.
Pero
al daño que le están haciendo a presidente de Colombia a nivel de imagen, por
medio de informaciones que sólo las personas no bien informadas creen, hay que
sumarle las presiones de los sectores políticos y económicos.
Los
periodistas de los medios más influyentes del país, en sus reportajes no se
cansaron de repetir que en sectores del Congreso y económicos, se oponían al impuesto
a las pensiones, así simplemente IMPUESTO A LAS PENSIONES.
El
ciudadano de a pie y mal informado, en especial el grueso numero de pensionados
colombianos, que percibe mesadas menores de DIEZ millones, mal fundamentados o basados
en esas informaciones, vieron en peligro sus ingresos.
Los
grandes medios de comunicación no fueron explícitos y lo suficientemente claros
en decir que el gravamen propuesto por el gobierno Petro, era para aquellas
personas que tienen pensión superior a los DIEZ MILLONES DE PESOS.
Si
así fue la presión de los medios de comunicación, ¿cómo sería la de aquellos
parlamentarios, ex parlamentarios, ex funcionarios del gobierno y de los
sectores económicos más influyentes del país, cuyas pensiones no solo sobre
pasan los diez millones, sino que se elevan hasta los 40 millones de pesos?
No
podemos olvidar que, en América Latina, actualmente Colombia es el segundo país
con la mayor desproporción entre el salario de los Congresistas y el salario
mínimo. El salario mensual de un congresista en 2020 ($34 millones 418 mil).
Este
sector,- el Congreso- que también le dio la espalda a la iniciativa de Gustavo
Petro de rebajar los sueldos, tampoco quiso pagar impuestos al Estado por sus
pensiones.
En
las grades empresas del país, que tienen mucha injerencia en la economía y en
la política del país, hay centenares o miles de pensionados que con esa medida
debían tributar al Estado colombiano.
Todos
esos sectores coadyuvaron, presionaron y acorralaron al señor presidente, para
que retirara el articulo que grababa las pensiones superiores a diez millones
de pesos en Colombia.
En
síntesis, hasta el momento Gustavo Petro Urrego, en dos importantes hechos
económicos para el Estado colombiano, ha tenido que recular. No a la disminución
de sueldos del Congreso y No al impuesto a las pensiones mayores de diez
millones de pesos.
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