Valoremos el reciclamiento por sanidad ambiental

 

   

Por Martín Nicolás barros Choles.

                                 

El aseo es salud y nos corresponde, educar desde la infancia, a mantener aseado desde el cuerpo, hasta los elementos e instrumentos, que utilizamos y usamos, en el hogar, colegios, lugares de trabajo, tránsitos, recreación etc, adoptando hábitos y costumbres, masivas de limpieza, recogiendo, mas no arrojando basuras, que afean, contaminan y destruyen; el medio ambiente.

Es necesario cuidar el medio ambiente, acabando y erradicando, desordenes, en tratamiento y manejos, de basuras, residuos y desechos, para no tirarlo en cualquier lugar: habita, calles, vías carreteables y publica, ríos, mar, lagos, lugares de recreación: ambiental, cultural y deportivas; rurales y urbanas.

 La basura también tiene, un valor económico. Se clasifica, para reutilizarla, en elaboraciones de productos y utensilio, de servicios domésticos, construcción, abonos agrícolas y producciones industriales.

El reciclaje se ha constituido en medio de solvencias, en la pobreza y abandono, para mitigar, penurias y hambre, generando fuentes de trabajo, que se ha revolucionado, en el territorio nacional, con participación de por lo menos, unas 500 mil personas recicladoras, incluido niños, mujeres y hombres, mayores desempleadas, que se ocupan y dedican, al servicio de aseo, remunerados, de acuerdo con la cantidad y volumen, recogidos, a tarifas y precios, establecidos por compradores, en kilogramos. Las compras de reciclajes pueden diferenciar de formas, unos compran con dinero, pago efectivo. Otros, los cambian por especies: alimentos, productos de aseos y demás, elementos ofrecidos en el trueque.

Los operadores de reciclajes deben apoyar a quienes tienen el oficio rutinario diario, de recoger cualquier cantidad de desecho, para mitigar el sustento de vida, particular y familiar, tales como: medios de protecciones, de uso personal: guantes, mascaras, gafas y tapa bocas, para prevenir infecciones en salud y contaminaciones, formalizando y tecnificación, protocolo de seguridad, en la labor y trabajo del reciclador. El gobierno nacional, debe garantizar de manera especial, la seguridad social, para que cobije y beneficie, no solo a la persona reciclador, sino también a su familia, por carecer de vinculación laboral dependiente, en prácticas y ejercicios independientes.

No todo el mundo recicla, para comprar y consumir drogas, como ha sido la conjetura, en presunta, perseccion del oficio. Hoy en días, se han abierto muchos lugares, para negociar reciclajes, cuyos compradores, pueden comprometerse, facilitando logísticas y medios de trabajos, para que no tengan que alquilar carretas u otros, elementos utilizados, para recolectar y acumular, cantidad de desechos, que le ofrecen, al operador en ventas. El descuento en liquidación de ventas, por concepto de alquiler, afecta ingresos diarios de los recicladores.

Reciclar reduce las emisiones de gases invernadero, sirve para generar energía biomasa y descontaminar los océanos, repleto de basuras, sobre todo, plásticos, afectando el ecosistema marino, deteriorando vegetaciones y aéreas coralinas. También está matando aves y peces, que consumen plásticos, bloqueando sistemas digestivos y respiratorios, de diferentes especies.

 El reciclaje origina, aun cuando no parezca, ahorros de energía, descontamina, preserva los recursos naturales, mejora la calidad del aire, evita intoxicaciones, previenen inundaciones, conserva las condiciones del suelo y reduce el CO2, amortiguando los cambios climáticos, que nos espantan y trastornan, generando preocupaciones, por causas de incertidumbres.

La importancia de reciclar radica, además de asear, en la reutilización, de elementos y objetos, de diferentes formas: hierro, cobre, aluminio y otros metales. Cartón, latas, baterías, caucho, electrodomésticos, papel, vidrios, plásticos entre otros tantos, vendibles, evitando generar daños al ecosistema del medio ambiente. La falta de reciclaje origina polución, desaseo y pone en peligro, recursos naturales y habitas.

Se recicla menos de 15% de los residuos y desechos, objetos de reciclajes. Lograr que el oficio de recolección de basura se extienda gradualmente, hasta llegar has un 40%, sería un alivio para el medio ambiente y de hecho para la humanidad.

 En Colombia, se recicla únicamente, 12 millones de toneladas anual, de por lo menos, 100 millones de toneladas, recolectadas, por operadores oficiales, pero la no recogida por estos, puede ser superior, al 50% de las recolectadas en vehículo de operación, en el término de un año, en el territorio nacional. Las mezclas de residuos, revueltos, contaminados y orgánicos, dejan inservible, parte de reciclaje, en más del 50%, que podría disminuir, con usos de recipientes especifico clasificados. Los demás, se incineran hornos crematorios o en su defecto se entierran en botaderos.