EE. UU desmontó el monitoreo satelital a cultivos de coca
Por Martín Nicolás Barros Choles.
De manera sorprendente el gobierno de EE. UU, decidió
no continuar con el monitoreo satelital, para medir el volumen o cantidad, de
cultivos de coca, en el territorio nacional, que venía llevando a cabo, desde
hace muchos años, el cual servía, para certificar, el comportamiento narcos de
Colombia, frente a los cultivos, controlados, por la Policía Antinarcótico, que
financia Estado Unidos, desde el pago de nóminas, hasta las operaciones que se
ordenes ejecutar.
Estados Unidos, está próximo a darle la
bendición a legalización, del tráfico y negocios, de cocaína, en circunstancias
igual, a la legalización de marihuana, para efecto de distribución, provisión y
ventas, al menudeo a los consumidores, previa expedición de licencias a
expendios. La legalización de marihuana tuvo lugar por consultas popular,
formuladas, en papeletas, agregadas en elecciones, de: presidentes,
gobernadores y alcaldes, de manera independiente, en cada uno de los Estados, por
ser estos, federal y autónomos, para legalizar comercialización, de manera
particular.
No es nada alarmante, ni raros, que esto
ocurra. En condiciones semejante, también legalizaron, los licores,
provenientes, de las naciones productoras, Irlandas y Escocias y el tabaco,
ligando el consumo, de referidos productos, con juegos de azar, músicas y
prostituciones.
La Guajira, Colombia, en años los 1974 al
1978, fue utilizada para pruebas piloto, por los Americanos, en cultivos de
marihuana o cannabis sativa, con variedades de semillas, en cuyas tierras,
tuvieron resultados exitoso, por la buena calidad del producto, utilizado
para transportarlos, por vías, aéreas y
marítimas, en aviones y lanchas, piloteadas por gringos, que atracaban y
aterrizaban, en puertos y pistas, clandestinas, ubicadas en islotes y cayos, vecinos de EEUU, para
desembárcalas y enviarla, en lanchas hacia las urbes.
Cantidades de gringos llegaron a La Guajira,
con cantidades de dólares efectivo, a comprar marihuana, de las semillas que
facilitaron y ofertaron, transportándolas, en aviones desechados, que habían
sido utilizado en la guerra de Vietnam, originándose bonanzas marimberas, que
nos dejó trágicos recuerdo, por tráficos y circulación desbordas, de dólares y
dinero criollo, haciendo de la suya, sin control.
Todo pasó porque en algunos Estados, de la
nación del norte, comenzaron a cultivar internamente de manera clandestina,
cannabis, considerando el alto consumo en los estados interno, frente a la
necesidad y rentabilidad, que arroja. De esa forma, se comenzó las
legalizaciones individuales por Estados, en oportunidad de celebración de
elecciones popular, del poder ejecutivo, hasta sobrepasar el 80% de Estados legalizados.
Mas del 50% de los americanos, son consumidores, habituales u ocasionales, de
marihuana, calculando de manera global y conjuntamente, entre los 50 estados,
consumen más de 150 toneladas diarias, con un costo superior a 600 millones de dólares.
La cocina es un producto narcótico, cuyo gusto
pegó en habitantes y residentes, de Estado Unidos, liderando el consumo mundial,
aspirando por las narices, al menos unas cinco toneladas diarias, del citado
narcótico, deducido del 1% de los habitantes, de consumidores habituales,
sumandos todos los estados, que consuman entre uno, dos o más, gramos diarios,
sin exagerar, a precios equivalentes, entre 15 a 30 dólares, por gramos,
dependiendo el Estado.
Estados Unidos, se ha constituido en la máxima
autoridad, que controla, cultivo, producción transporte y ventas, de cocaína. Productos
que gozan de gran consumo, no solo por jóvenes, sino también personas
enviciadas de distintas edades y géneros.
Al parecer, el gobierno de EE. UU, se cansó de
ejercer controles de monitoreos, a los cultivos de coca en Colombia,
reconociendo tácitamente una lucha perdida, que requiere resignación. ¿Dejarán
de patrocinar al policía antinarcótico y pondrán fin a extradición, por causas
de narcotráfico? Se descartarán las erradicaciones de cultivos de cocas, pero
continúan, los decomisos de cocaína y los encarcelamientos, por tráficos y
negocios.
En Colombia, se han decomisado grandes cantidades de cocaína, pero no se sabe que la hacen o en donde terminan. Según informe, de la fuerza armada naval, este año, independiente del ejército y la policía, han incautado, 184 tonelada cocaína, destruido 486 labotarios e inmovilizado 177 embarcaciones marítimas. Años atrás, incineraban la cocaína, decomisadas, previa citaciones e invitaciones, de autoridades y periodistas, para que presenciaran, la destrucción incinerada. Ahora la única información es la del decomiso, pero sería importante que también se sepa, que hacen la cocaína decomisada. ¿La llevarán a los Estados Unidos, para destruirlas o negociarlas?
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