Programa de gobierno, empalme y Plan de Desarrollo
Por Martín Nicolás Barros Choles-
La constitución de 1991, consagró en el
constituyente primario, que no es otro, que el pueblo, el voto programático, para que los electores,
observaran Programas de Gobierno, que inscriben con las candidaturas, a las
alcaldías y gobernaciones; para exponerla
de diferentes maneras, publicitarias y propagandista, disertando en plazas y espacios públicos o recintos cerrados, concertando: asuntos y proyectos,
planificados y diseñados, con alternativas viables, estructurados con
responsabilidad en equipo humano, técnicos, profesional y político
administrativo.
El Programa
de Gobierno, aun cuando constituye un requisito en las inscripciones de
candidaturas, locales y departamentales, hasta hora, no ha generado ningún
efecto positivo, pudiéndose considerar letra muerta, por inoperancia, partiendo
desde la elaboración de este, sin sustancia, ni bases de solidez,
fundamentados, en plagios, copialina o improvisaciones, especulativas y tendenciosas;
difícil de sustentar y entender.
La
corrupción y compraventas de votos opacan la vigencia y existencia, de
operatividad del voto programático, del que muy poco se habla en las campañas
proselitistas, no obstante tener mas importancia, el Programa de Gobierno, de
obligatorio cumplimiento, que el mismo candidato. Pero ocurre todo lo
contrario, cuando se vende el voto o se negocia por cualesquiera retribuciones,
les restan importancias a las propuestas viables, que ofrezcan los distintos
candidatos, para escoger en conciencia, lo que mejor les parezca. La falta de
catedra en educación, para efecto orientación e ilustración; son factores que
inciden negativamente en democracia a prevenir, engaños y estafas, por
ignorancia y mala fe.
El Programa de Gobierno, es lo que primero que
incumplen alcaldes y gobernadores, durante el periodo de gobierno, al no
reflejarlo e integrarlo, en el Plan de Desarrollo, que proyectan y ponen, a
consideración de Asambleas Departamental y Concejos municipal; para su
aprobación.
Por causas de incumplimientos de los
gobernantes territoriales, en lo relativo al programa de gobierno, se ha
presentado en el territorio nacional, solicitud de revocatoria popular, pero
estas, no alcanzan a prosperar, por culpa de los mismos electores engañados,
que no castigan a sus estafadores mandatarios, comportándose, temerosos,
sumisos, pasivos e indiferentes.
El empalme entre una administración que
termina y otra que va a iniciar, no es más que un documento de información
detallada, relacionada con inventarios, de hechos y bienes; en sus estados,
condiciones, soportes financieros, contratos en ejecución o liquidación, deudas
pendientes, paz y salvos. Lo que requiera la nueva administración, en relación
del empalme, es necesario que el nuevo mandatario, puntualice y precise, lo que
necesita y quiere, formulando peticiones escrita, a cada una de las
secretarias, secciones e institutos, descentralizados entre otros.
Cada aérea debe estar coordinada por personas
que tenga conocimiento de manejo y experiencia administrativa. Si no hay pautas
de lo que se busca, necesitan o quieren, se sujetarán a un informe general, que
rinda la administración que concluye. Si la administración no responde algunas
peticiones o solicitudes, se deja constancia de la omisión. Los empalmes no son
para ejercer prácticas de investigación, por parte de las comisiones, ni
confrontar negativas o validaciones con quien deben presentar el informe. No
hay para que.
El analice del informe consolidado del
empalme, sirve para conocer parcialmente, la forma en que se recibe la
administración, a efecto de articularla, con el Programa de Gobierno inscripto
con la candidatura, fundamentando las bases de la proyección, Plan de
Desarrollo Territorial. El informe de empalme debe reposar y guardarse en los
archivos, de las administraciones, municipales o departamentales. De igual
forma, puede remitirse copia a las autoridades de control (Contraloría,
Procuraduría y Fiscalía) para asunto de su competencia y a la vez, que sirva
para eximir de responsabilidad a la nueva administración, sobre hechos y
circunstancias heredadas.
Los informes consolidados de las distintas
comisiones, para nada los utilizan. De ahí comienzan a perfilarse, inicios de
desorganización administrativas. Muchas personas buscan que los incluyan en
algunas de las comisiones, para presentar hojas de vida en sus aspiraciones.
Otros reniegan de inconformidad, por no haber sido tenido en cuenta para hacer
parte de la comisión. Tampoco faltan vinculación de “figurines”, que pavonean
en campañas política, quieren estar en todo, sin relevantes aportes, solo para
mantener inflado el ego.
El Plan de Desarrollo, es el instrumento de
gestión: pública, económica y social; direccionado a proyectar estrategias, cuyo
objetivo es de política pública, para el cumplimiento de metas prestablecidas,
con énfasis en los pilares, que se pretende desarrollar, mediante programas,
que permitan facilitar: herramientas, lineamientos y soluciones, a corto,
mediano y largo plazo, amparado en los presupuestos y medios financieros, que
anualmente aprueban, en Concejos Municipales y Asambleas Departamental. El
desarrollo implica, participaciones solidarias, en acción, cooperación y
operación para generar crecimiento y progresos.
El Plan de Desarrollo, es la hoja ruta que preestablece el mandatario, para el cumplimiento del Programa de Gobierno. Cuando este se desestima (Programa) y las promesas plasmadas, en las disertaciones de campañas, se descartan en el Plan de Desarrollo, como ocurre muchas veces, sin razones justificativas; constituye una estafa o un engaño a sus electores. Si en el Plan de Desarrollo, no queda integrado el Programa de Gobierno; debe ser objeto de nulidad y causa para la revocatoria de mandato, paraque a el asunto, les pongan seriedad y no lo utilicen de comodín y burlas.
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