Regreso al paraíso

 

Por Elson Rafael León Blanchar.

En un cielo sin rutas marcadas,

el alma vuela, desnuda y alada,

buscando un eco, una llama encendida,

la voz del amor en otra vida.

No era prisión lo que el alma pedía,

sino alas que acompañen

sin cortar su poesía.

No promesas de hierro ni cadenas de fuego,

sino vuelos compartidos, sin miedo, sin ego.

El tiempo se curva cuando dos se encuentran,

como estrellas antiguas que aún se recuerdan.

No hay azar, solo pactos profundos,

vínculos de luz entre dos mundos.

Y si caemos, volvemos a alzar,

pues la caída enseña, nos ayuda a sanar.

No hay error, solo lección,

lo que duele también construye el corazón.

Debemos preparar el viaje de regreso

y poner en él nuestro mayor empeño.

No se trata solo de andar,

sino de volver más sabios, más verdaderos.

No existe la muerte.

Existe la libertad eterna:

esa puerta que el alma abre

cuando el miedo se duerme.

Partimos sin miedo,

volvemos sin prisa...

porque la vida es un puente,

y el amor, su sonrisa.

Juntos soñamos, caemos, persistimos.

Somos amor.

Somos luz.

Regresamos al paraíso.