La historia de Dolores Cecilia Laborde Barros contada por un viejo riohachero
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Por: Wilson Rafael León Blanchar
—Mire, amigo, acomódese ahí en la mecedora, que le voy a contar una historia que todavía se oye en el viento del mar en Riohacha…
Resulta que allá por el siglo XIX llegó a nuestras tierras un francés, el coronel José Laborde, hombre recio y decidido. Se casó con Dolores Cecilia Ariza Blanchar, nieta de Santiago Blanchar y Margarita Arredondo, e hija de María Francisca Blanchar Arredondo. Esa unión ya mezclaba la sangre europea con la tradición criolla de los Blanchar y Arredondo.
De ese matrimonio nació, entre otros hijos, José Eduardo Laborde Ariza, figura respetada en la política y en la vida social de Riohacha, quien se casó con Lucrecia Pacheco Baquero. De esa unión nacieron sus hijos: Víctor Manuel Pacheco Laborde, Nelly Laborde Pacheco, Carmiña Laborde Pacheco, José Francisco Laborde Pacheco y Gonzalo Laborde Pacheco.
Pero además, José Eduardo Laborde Ariza tuvo una hija fuera del matrimonio, fruto de su vínculo con Margarita Barros: Dolores Cecilia Laborde Barros. Lo notable es que José Eduardo Laborde Ariza la reconoció desde pequeña, le dio su apellido y la trató con todo el respeto y cariño que se merecía, algo que pocos hombres de esa época hacían. Así, Dolores Cecilia creció con dignidad y un lugar reconocido en la sociedad de Riohacha.
Con el tiempo, Dolores Cecilia Laborde Barros se casó con el general Juan Manuel Iguarán Réither, conocido como Juanito, de la familia Iguarán, una estirpe guajira de profunda raigambre en la región. Esa unión consolidó la alianza de los apellidos Laborde, Blanchar Arredondo e Iguarán, mezclando la herencia europea, la tradición criolla y la raíz guajira en una sola rama familiar.
De ese matrimonio nacieron ocho hijos: José Eduardo Iguarán Laborde, Margarita Sofía Iguarán Laborde, Zenobia Iguarán Laborde, Rosa Iguarán Laborde, Olga Paulina Iguarán Laborde, Clemente Gonzalo Iguarán Laborde, Juan Manuel Iguarán Laborde y Rafael Jesús Iguarán Laborde. Entre ellos, Rafael Jesús Iguarán Laborde alcanzó el cargo de último Intendente Nacional de La Guajira, justo antes de que en 1965 la región dejara de ser intendencia y se convirtiera en departamento.
Así que vea, amigo: los Iguarán Laborde cargan en su sangre la memoria de José Laborde, el coronel francés; la herencia de Dolores Cecilia Ariza Blanchar y de sus abuelos Santiago Blanchar y Margarita Arredondo; el afecto y reconocimiento de José Eduardo Laborde Ariza hacia su hija natural Dolores Cecilia Laborde Barros; y la fuerza guajira de los Iguarán.
En Riohacha todavía se dice que los apellidos no son solo nombres: son historias, recuerdos y honor, como las olas que nunca dejan de besar nuestra playa. Y así quedó escrita la memoria de una familia que, con respeto, cariño y firmeza, dejó su huella en la historia de La Guajira
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