La Guajira: el pulso definitivo dentro de La U

Una terna para reemplazar al gobernador, presentada por Mauricio Lizcano, desató una tormenta al interior del partido del presidente. La pelea puede ser clave con miras a las presidenciales de 2018. ¿Qué hay detrás?



Las relaciones al interior del partido de La U desde hace mucho tiempo no marchan bien. La colectividad del presidente prácticamente se encuentra dividida y las distancias entre sus miembros cada vez son más evidentes. Así quedó demostrado este viernes cuando los senadores Armando Benedetti y Mauricio Lizcano se enfrentaron públicamente en los micrófonos de la radio por cuenta de la gobernación de la Guajira.
El origen de este nuevo malestar tiene que ver con una terna que envió Lizcano a la presidencia de la República sugiriendo nombres para reemplazar al gobernador de la Guajira. La conforman Tania María Buitrago González, Alfonso Colmenares Rodríguez y Casimiro Cuello Cuello.
La terna generó un enorme problema político. La razón principal es que esta no salió de un consenso dentro de la U, sino que fue firmada por Lizcano y Berner Zambrano, dos de los tres copresidentes de esa colectividad (el tercero es Benedetti) y Hernán Andrade, presidente de los conservadores. Ambos partidos habían avalado la candidatura de Wilmer González Brito, quien fue detenido en enero de este año acusado de haber movilizado electores ofreciéndoles todo tipo de dádivas.
Desde hace años, la Guajira vive una especie de limbo político. De hecho, González Brito también había llegado a la gobernación para reemplazar a otra gobernadora en problemas: Oneida Pinto. Antes de ella, el departamento estuvo liderado por Francisco ‘Kiko’ Gómez, quien fue condenado a 55 años de prisión. Cuando González Brito fue capturado, el presidente Santos nombró un gobernador encargado, el antropólogo Weildler Guerra, quien está hasta hoy. La terna lo que busca es reemplazar a Guerra.   
La pelea que hay quedó registrada en las dos cartas que llegaron casi que simultáneamente al Palacio de Nariño. Una presentando la terna y la otra, firmada por Benedetti, asegurando que esa terna no solamente era ilegitima, sino también ilegal. “La potestad para enviar la terna está en tres personas del partido, pero solo han firmado dos (...) yo creería que en principio el que ha estado tramitando esa carta es el representante Deluque”, explicó Benedetti a propósito de la misiva.  
La acusación del senador explica en parte el problema pues la familia Deluque es una de las grandes electoras en la Guajira. “Lo que dijo Benedetti es absurdo. ¡Es lo más lógico que piense en el departamento de donde soy y que tenga intereses en él! Más bien es sospechoso que Benedetti tenga interés en la terna (...) como él en La Guajira sacó 8.000 votos la vez pasada porque yo lo apoyé, pero ya no, estará buscando nuevos apoyos políticos”, le dijo Deluque a Semana.com. "Esos conflictos en los que Benedetti mete al partido todo el tiempo no son buenos para la colectividad", agregó el representante. 
Lizcano fue más allá, en una entrevista en la W Radio tildó la salida de Benedetti de una “locuras más”, lo acusó de hacerle mucho daño al partido y lo invitó a renunciar a esa colectividad. Según Lizcano, la carta podía enviarse con mayoría de los copresidentes, dos de tres. “Los estatutos son muy claros, no habla de derecho al veto ni habla de que las decisiones tengan que ser unánimes en el partido. En ese caso, Berner Zambrano y yo somos mayoría”, agregó.
Lizcano puede tener razón en que esa es la realidad jurídica, pero la realidad política es otra. Las fracciones al interior de la U son profundas y mientras Benedetti cuenta con el apoyo de 11 senadores, a quienes en el congreso los denominan la bancada costeña, el actual presidente del Congreso cada vez está más solo. Suele tener el apoyo de Manuel Enrique Rosero y Maritza Martinez, pero otros senadores como José David Name, Roosevelt Rodríguez, Manuel Guillermo Mora, Germán Hoyos, Andrés García Zuccardi y Roy Barreras tienen vuelo propio. 

Las diferencias serán determinantes y se agudizarán especialmente ahora que el Partido de la U defina sus apuestas presidenciales. No será fácil llegar a un consenso. El candidato de Lizcano, por ejemplo, es el exembajador Juan Carlos Pinzón, Roy Barreras ya anunció que él quiere lanzarse y se sabe que otros senadores piensan que es mejor sumar a una coalición ganadora que aventurarse a perder con un candidato propio.
El pulso de la Guajira seguramente hará evidentes esas facciones. Y habrá un elemento particular en esta oportunidad pues será el mismo presidente Santos quien tendrá que dirimir el conflicto. La semana entrante puede rechazar la terna o designar de allí un nombre y darle así la razón a alguno de sus alfiles en conflicto.

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