EL DIABLO EXISTE Y ES COLOMBIANO

Juan Mario Sánchez Cuervo
Por Juan Mario Sánchez Cuervo

A los que poco saben de mí les cuento que soy teólogo, ex seminarista, cuasi sacerdote ( decidí no ordenarme) y en la década de los 90's fui ayudante del Padre Guillermo Gil, el principal exorcista de Colombia. Este santo sacerdote (Q.E.P.D) vivía en el Barrio Laureles de Medellín y con la autorización del obispo de la Arquidiócesis de Medellín de aquella época atendía a personas afectadas por extrañas influencias. Su fama de exorcista quedó reflejada en el famoso libro "La Bruja" del gran periodista Germán Castro Caicedo (confrontar esta información).

Hace poco escribí que tú no puedes enfrentarte a la oscuridad sin llevar una lámpara en la mano. La luz de la verdad. Todo esto para decir que sin lugar a dudas la noticia de la semana en Colombia fue la ridícula entrevista de Vicky Dávila al innombrable-intocable. Yo siempre he respetado a mis colegas, pero la famosa presentadora se pasó.

Es la primera vez que yo cuestiono con nombre propio a un periodista. Faltó a la ética profesional. Fue tendenciosa, pues quiso limpiar la imagen de un personaje siniestro. Se extendió 3 horas y si el expresidente se lo concede se queda hablando con él todo el día. El objetivo fue presentarlo como el pobre viejecito vilipendiado, calumniado, la gran víctima del pueblo colombiano. El más sufrido del mundo... el más dulce, tierno y amoroso abuelito. Un cordero sin mancha y tres veces santo.

Ante un periodismo ramplón, arrodillado, alcahuete y tolerante con el crimen no debo o no debemos guardar silencio. De frente lo digo, hoy por hoy frecuentar a RCN, Caracol... y a periodistas que venden su profesionalismo y su ética y su dignidad en detrimento de la verdad y la información objetiva y veraz... Todo eso es frecuentar la mentira y la desinformación tendenciosa y malintencionada.

A los que no lo saben también les digo: no recibo un peso por mis columnas de opinión. Si alguna vez publiqué en El Espectador o en El Colombiano... Y ahora en Las2orillas donde publico desde hace 2 años lo hice, lo hago y lo haré por convicción y Ad Honorem. Si me ofrecieran todo el dinero del mundo para limpiar o favorecer a un criminal no lo haría, preferiría la muerte. La dignidad vale más que la vida. Al menos eso creo yo. Como tengo por lema la verdad puedo demostrar y cualquiera puede investigar que jamás he recibido dinero por escribir mis columnas de opinión a favor de la JEP, a favor de la paz. Jamás he recibido un puesto, un favorecimiento ni un sólo peso de un político y jamás caeré en esa práctica servil que anula la objetividad del escritor o del periodista. Sí, me cerraron en Colombia todas las editoriales y todos los medios por mi estilo irreverente y descarnado. Sólo cuento con Las 2orillas. Lo acepto, soy consecuente con mi esencia. La diferencia entre ejercer el oficio por amor, por convicción y comprometido con la verdad... o ejercerlo por interés mezquino o por miedo o por interés mercenario es como digo una diferencia inmensa. Por la verdad hasta la vida misma. Repito: prefiero perder la vida a perder la dignidad.

Hablo del diablo porque es Colombiano. El diablo, y como teólogo puedo decirlo tiene estas características: se presenta como luz y es la misma oscuridad, hace creer que es tres veces santo y es todo lo contrario, es el padre de la mentira, pero todo lo que dice con una capacidad inmensa de convencimiento (casi hipnosis) lo hace ver como verdad, se muestra inofensivo, pero es un asesino, el peor de los asesinos. Cuando pasa el diablo, no huele a azufre, huele a difunto, porque lleva a cuestas miles de cadáveres.

El diablo existe y para alegría de sus adoradores y para infortunio de millones de almas es Colombiano. Lo que he dicho del Padre Guillermo Gil, santo sacerdote y excelso exorcista y de que aprendí de él es conforme a la verdad. En mi caminar con él aprendí sobre todo esto: al diablo no se le debe tener miedo pues pierdes. Nunca le tengas miedo a los que te pueden matar el cuerpo físico.

Tenle respeto y temor al que en un Justo Juicio decidirá tu destino eterno. Tampoco enfrentes a la oscuridad sin llevar una lámpara en la mano. Yo tengo una cita pendiente con Álvaro Uribe Vélez, y ese día porque la misericordia de Dios es infinita, él tendrá una oportunidad... Si es que dice la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Al odio se le derrota con la compasión, la guerra se derrumba con la paz, la luz vence a la oscuridad y la mentira cae con un leve soplo de la Verdad.

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