LA DESVIACIÓN DEL ARROYO BRUNO ES VIABLE

COLUMNISTA.

(Por: Hernán Baquero Bracho)

Este articulo lo escribí en el año 2015 y hoy me dan la razón los buenos resultados de la empresa Cerrejón con la desviación del arroyo Bruno con toda la tecnología y las buenas prácticas ambientales.

Febrero 2015 - En la visita de sociabilización que nos hiciera la división de medios de Cerrejón el pasado 27 de enero, sobre la desviación que tendrá de su cauce natural el arroyo Bruno en 3.6 kilómetros, 700 metros hacia el norte, se pudo constatar en primer término que en esta época de hastiage o de verano el arroyo Bruno está completamente seco con algunas excepciones de algunas pozas de agua que se notan en su recorrido.

La presentación que nos hiciera el ingeniero del proyecto del tajo La Puente, donde se encuentra ubicado este arroyo y su desviación por parte de Juan Pablo Lozano, fue una presentación muy gerencial, convincente y aplicando los mayores índices de ingeniería tanto civil como ambiental en todo lo que hace el Cerrejón como minería responsable. Es viable la desviación del arroyo en dicho tramo.

¿Por qué es viable? Ya en el terreno y según la explicación dada por Horacio Plata, gerente del proyecto y Gabriel Bustos gerente ambiental de Cerrejón, se hará con toda la técnica como si fuera el mismo arroyo como está hoy día. Es decir, habrá traslado de rocas de su lecho acuífero hacía el nuevo, con madera, hojas para recuperar el limo que es fundamental para cuando el arroyo mantenga su cauce de aguas corrientes, no extrañe en este desvío su anterior nicho. Este trabajo que se realizará con todas las técnicas ambientales, tendrá una duración entre dos y tres años a un costo de 20 millones de dólares.

Los componentes bióticos de flora y fauna no va a disminuir ni sufrirá daño grave, de igual manera no va a disminuir en gran porcentaje el caudal del arroyo que es afluente del río Ranchería en época de invierno.

El nuevo cauce busca reproducir el hábitat del original. Esta desviación del arroyo Bruno está planificada desde 1998 cuando operaba Intercor, y hace parte del plan de manejo ambiental aprobado en 2005.

Ya Cerrejón ha cumplido varios de los pasos para la desviación de arroyo Bruno. Como primera medida se hizo la consulta previa con la comunidad de Campo Herrera, ellos aprobaron pero también quieren estar en el comité de seguimiento, en la construcción y cinco años más, cuando esté en plena operación la nueva fuente de dicha desviación.

También se tiene la aprobación de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) del Ministerio del Medio Ambiente y del Ministerio de Minas y Energía. Se firmó además el preacuerdo con la comunidad de Campo Herrera con los representantes del Ministerio del Interior como así la aprobación de la Defensoría del Pueblo de Albania y ante la Asociación de Indígenas Wayúu de Albania (AIWA). Sólo falta la aprobación por parte de Corpoguajira o los permisos de la autoridad ambiental en este caso, como son el aprovechamiento de los recursos y la ocupación del cauce.

Dentro de los impactos de la desviación del arroyo Bruno estará la parte acuífera, pero que no afectará la parte biótica de flora y fauna, de igual manera Cerrejón no utilizará el agua de ese arroyo y el cambio en la dirección no afectará el caudal y mucho menos la fuente que vierte al río Ranchería no se verá afectada.

Estos son los impactos positivos, los impactos negativos, si el proyecto no se da, afectaría la ocupación laborar de 600 a 1000 familias guajiras directamente y más de 5000 de manera indirecta, es decir, entre el 8% y 9% de la población laboral actual y una población global de 25 mil familias afectadas por falta de oportunidades, así como un impacto negativo en el área de compras por más de $512 mil millones a largo plazo y una disminución o impacto en impuestos y regalías (aunque muchos de mis lectores dirán que los impuestos y las regalías no nos benefician en nada ya que los toma el nivel central, por la nueva ley de regalías, pero La Guajira continúa recibiendo regalías directas por la explotación de sus recursos no renovables), recordándoles que Cerrejón contribuye con $3.7 billones cada año por pago de impuestos y regalías.

Esto no quiere decir que sea una camisa de fuerza pero así como Cerrejón trabaja en la rehabilitación de tierras explotadas, este nuevo tajo para beneficio de su misma explotación y de su impacto económico, del cual La Guajira es uno de los grandes beneficiados, necesita con suma urgencia la desviación del arroyo Bruno que como lo viene haciendo hace más de 30 años han venido cumpliendo con la responsabilidad del medio ambiente.

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