Callecitas polvorientas

HERMES LÓPEZ DELUQUE

Hoy, en la soledad de la lejanía, vienen a mi mente las callecitas polvorientas de mi antigua Riohacha, tierra de mis amores, cuna de mis ancestros quIenes tuvieron la oportunidad de una vida sin sobresaltos y de mucha solidaridad. Ese pueblito bello donde nací y me crie en medio de los juegos cotidianos e inocentes de nuestra niñez.

Hoy recuerdo a Toño "Quemaito", gritando en las calles la venta de sus naranjas dominicanas ana, tortuga frita y otras frutas que comprábamos gustosos. Me he acordado de "Tinen", el hombre de las "mejeres", de Víctor Soto en su carro de mula tirado por un burro mocho de una oreja, el cuál tenía por costumbre, al cruzar por la calle del Comercio para la calle 9, arrancar a toda velocidad hasta llegar a su casa ubicada en esa calle con carrera primera.

Recuerdo mis charlas infantiles con el maestro Glicerio Pana en casa de su amiga Zoila Radillo, quien pacientemente escuchaba y se reía de mis apuntes graciosos. me he acordado del viejo Curro y el traqueteo de su dentadura cuando estaba borracho, cuyo ruido se sentía a una cuadra y quien para decirle hijueputa a alguien, lo llamaba hijo de mal par o hecho en culata.

Hoy me he visto en casa de Pópilo Freyle llenando de aire al balón de pico largo y escuchando sus sanas y jocosas mentiras para divertirnos y hacernos reir. Mi mente viajera se paseó por la tienda de Gerardito García comprando cosas para la pequeña tienda de mi abuela Bernabela y de regreso bajaba por la carrera ocho para bajar por la calle ancha, meterme con Picho Lombriz y escuchar su respuesta - A tu madre me la cogí.

Volviendo a la realidad, la nostalgia me invade ante la incertidumbre de mi retorno a mi bella tierra para reunirme con mi familia y amigos y disfrutar de nuestra rica comida que tanta falta me hace acá en el frío de Villa Alemana - Chile.

¡Pueblo mío! te extraño y espero visitarte y disfrutar de tus bellezas. Te llevo en mi corazón Riohacha mío. Dios nos bendiga amigos.