Holgado triunfo tendrá Kamala Harris en presidencia de EE.UU
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Por Martín Nicolás Barros Choles
Estados Unidos, tiene un sistema electoral
presidencial obsoleto y antidemocrático, que riñe con sus transformaciones,
dinámica y actualizaciones, sobre variedades y novedades de sistemas, en posmodernismo:
industriales, servicios y urbanismo. Sin embargo, no se han transformado las
costumbres políticas electoral, circunstancia que hoy, concentra el
proselitismo político, de manera selectiva, en 7 Estados, que solo representa
el 20% de la totalidad de habitantes, entre los 50 existente, donde no hay
tendencia tradicional política marcada, en favor de uno u otro candidato,
republicanos y demócratas.
Colocar en segundo plano votación popular para
elección presidencial y no compartir los delegados del Colegio Electoral, en
cada estado, proporcionalmente, al porcentaje de votación de cada candidato,
constituye una democracia incoherente, porque al pueblo globalmente no elige de
manera directa. No es justo que, por una diferencia de menos de 10 votos, en uno
de los estados, el ganador se apropie de todos los delegados, del referido
estado, como si el otro no hubiese obtenido nada.
La candidata demócrata Kamala Harris, logrará salir
adelante con triunfo, en elección a la presidencia de los Estados Unidos, con
el apoyo mancomunado de su partido político, frente al cansancio por edad, del
candidato, en la recta final y las divisiones, que padece el Partido
Republicano, por estar condicionado al apoderamiento, potestad y dominio; del
candidato Donald Trump, prevaleciendo de manera absoluta, lo que disponga el dueño
del balón, ejerciendo discriminaciones y desatenciones, con distinguidos copartidarios,
como lo refleja el expresidente George Bush jr, en declaraciones de una
entrevista televisiva, anunciando que votaría e invitaría, a sus seguidores a votar
por Kamala Harris, por no comulgar, que el Partido Republicano, se afiance y
termine en una propiedad propiedad privada, del candidato Donald Trump.
La elección presidencial que termina el 5 de noviembre
establece un término de 40 días en unos Estados. En otros, 30, 20 y 15 días,
para que los ciudadanos puedan ejercer el derecho al voto, de manera
anticipadas, presencial o atreves de correo, cuyas urnas donde se depositan los
votos, se abren para contabilizarlo el último día de elección. En las pasadas
elecciones votaron de manera anticipadas, mas de 100 millones de electores
americanos. A menos de una semana, de culminarse la elección, se ha registrado
menos de 50% del total de la cantidad que votaron en el 2020, entre los
candidatos expresidente Donald Trump vs el presidente Joe Biden. La baja
votación, prevé que subirá la abstención, debido a la frialdad que predomina en
las campañas, por falta de motivaciones y operaciones, que encienda el ambiente
político, para estimular y convencer a los electores indeciso, quienes en
ultimas deciden las mayorías, cuando las diferencias de uno y otro candidato, son
estrechas o mínimas.
Las campañas políticas en EE. UU se han
caracterizado por convocatorias a mítines o manifestaciones públicas, reuniones
y los debates, sobre variedades en temas y asunto primordiales, que sirven para
convencer con propuestas, direccionadas, para generar beneficios y resolver
problemas. Los debates no continuaron
por que el candidato republicano, Donald Trump. rehuyó como gallo cobarde correlón,
después del del segundo debate con la candidata demócrata Kamala Harris,
desfavoreciéndole cuando había salido airoso en el primer debate, con el
presidente, Joe Biden, antes de retirarse este, de la candidatura, sustituida
Kamala Harris.
A falta de debate florecen lluvias de encuestas
diarias, que dejan entrever una batalla reñidas, con mínimas diferencias, de
favorabilidad compartidas. La credibilidad de encuesta depende de la imparcialidad
y objetividad, de los medios que las practican, de manera transparente y seria,
con ínfimo margen de error. Entre las encuestadoras hay algunas manipuladoras,
que persiguen, cazar indecisos, incautos e ignorantes, con ínfulas
triunfalistas, que se bandean de un lado a otro, para inclinarse a la opción
ganadora, engañándolos con falsos pronósticos masturbados. Así pierdan los
referidos electores con quien vota, después niegan haber perdidos y afirman que
votó por el ganador.
Las campañas políticas, se miden y
caracterizan de distintas formas. Exaltación emotiva, mística, carisma, armonía
y empatía, constituye el imán de atracción, que contagias y sustancian, el
camino al éxito. La candidatura del Partido Republicano, en cabeza del
candidato Donald Trump, está menos motivada, que cuando el candidato era
presidente. Algunos republicanos contribuirán a la derrota de su partido,
votando por la candidata del ´Partido Demócrata, argumentando que es la única
forma de quitarle la dirección del partido, al autoritarismo de Trump, que
menosprecia e ignora, el régimen partidista e impone, criterios caprichosos
absolutos, rechazando diferencias y contradicciones, de criterios sectarios y
radicales, causando fraccionamientos de sus copartidarios, que necesita de apoyo,
para ganar elección.
Muchos repiblicado se abstendrán de votar o votarán
contra el candidato republicano. A Donald Trump, los apoyan, sectas religiosas
cristianas, los ricos y las milicias privadas. Lanza burdas y groseras
expresiones, ridículos comportamiento, con insultos y gestos arrogantes,
condimentado, con sátiras, sarcasmos, injurias, difamaciones, vilipendios y
calumnia; cuyas actitudes restan, más que sumar votos indecisos, que al final
eligen.
Según los encuestadores la elección
presidencial, se define en 7 Estados, denominado bisagras, por no afianzar en
termino electorales, a tendencia tradicional fijas y constante, sino en favor,
de uno u otro partido. Los Estados aludidos son: Pensilvania, Georgia, Carolina
del Norte, Arizona, Michigan, Wisconsin y Nevada. La suma de los delegados de los
citados estados es de 93 representantes. En 5 de 7 estado excepcionales, gana
Kamala Harris. En Carolina del Norte, donde ganó Trump, en esta ocasión, por
causas de divisiones, podrían perder en ese estado tradicionalmente republicano,
como ocurrió las pasadas elecciones con Arizona, que, en esta, puede ser
reconquistadas.
No
descarten alguna sorpresa, en estados bastiones republicano, de Texas y
Florida, por mínimas diferencias que registran encuestas. Esos dos Estado suman
68 delegados, de los 270 que se requiere para coronar la presidencia. Los
demócratas están firmes en California, Nueva York, Nueva Jersey, Colorado, Washington,
Minnesota, Oregón, Massachusetts, Nuevo México, Illinois, Virginia entre otras.
La mayor fortaleza de la candidata demócrata Kamala Harris, se perfilan en las
mujeres, jóvenes, afros, LGBTI+, sindicatos y parientes de emigrantes.
Para ser presidente en Estados Unidos, se
requiere: que el candidato sea americano, de nacimiento o haya vivido más 14
años, antes de las elecciones y que sea mayor de 35 años, sin acreditar en hoja
de vida, ni siquiera títulos de bachiller, calidades en experiencia,
antecedentes criminales, ni disciplinario. Donald Trump, está condenado por
delincuente, en Tribunales y Corte, de EEUU,
pero no tiene impedimento para elegirlo presidente
y lavar su imagen, auto indultándose.
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